El origen del tatin está en un error casual, que se transformó en un delicioso postre de manzana. La creación tuvo lugar en el “Hotel Tatin”, propiedad de las hermanas Stéphanie y Caroline Tatin, en Lamotte-Beuvron, situado en el valle del Loire, en Francia, hacia el 1889. Stéphanie tuvo un descuido al cocinar unas manzanas con azúcar, se cocinaron demasiado y para no desperdiciar la comida le pusieron pasta por encima, lo hornearon y cuando estuvo lista le dieron la vuelta y esta famosa tarta fue el resultado. (información www.wikipedia.org, www.euroresidentes.com)
Su preparación es muy sencilla y el resultado es muy bueno, es una tarta digna de una buena carta.
Ingredientes:
- 6 manzanas (golden, reineta, que sean manzanas verdes)
- 50 gr. mantequilla
- 200 gr. azúcar
- 2 cucharadas de agua
- Una oblea de masa de hojaldre (también se puede usar masa quebrada, yo lo he probado con los dos tipos de masa y está buena de las dos maneras, así que vosotros escogéis)
- 1 limón
- 50 gr. mantequilla
- 200 gr. azúcar
- 2 cucharadas de agua
- Una oblea de masa de hojaldre (también se puede usar masa quebrada, yo lo he probado con los dos tipos de masa y está buena de las dos maneras, así que vosotros escogéis)
- 1 limón
Para la presentación:
- Un chorrito de nata líquida
- Vainilla concentrada (yo tengo vainilla de México, más concretamente de la Riviera Maya, me lo traje de uno de mis viajes allí, me gusta recopilar cositas típicas de otros países)
- Vainilla concentrada (yo tengo vainilla de México, más concretamente de la Riviera Maya, me lo traje de uno de mis viajes allí, me gusta recopilar cositas típicas de otros países)
Elaboración:
El modo más cómodo y el de la receta original, es preparar desde un principio la tarta en el molde que irá al horno, esto es una cazuela de hierro, una sartén sin plástico. Si no se dispone de estos utensilios lo que deberemos hacer es utilizar una sartén, en los primeros pasos, y después cambiarlo a un molde adecuado para el horno y de paredes altas, yo lo he hecho de esta manera.
El primer paso es poner el azúcar en la sartén, junto con las cucharadas de agua, a deshacer en el fuego, ponerlo suave.
Seguidamente pelamos las manzanas, las cortamos a cuartos y las limpiamos. Las colocamos en un bol y las rociamos con el zumo del limón para que no se oxiden, ya que debemos esperar a que esté listo el caramelo.
Una vez que esté desecha el azúcar, lo retiramos del fuego y le añadimos la mantequilla cortada en trocitos para que se funda mejor. Lo mezclamos hasta que quede homogéneo.
Volvemos a llevar la sartén al fuego, de modo suave, y añadimos las manzanas, tapamos y dejamos cocer 5 minutos. Pasado este tiempo le damos la vuelta a las manzanas para que se cocinen de los dos lados, y lo dejamos otros 5 minutos más. El tiempo de cocción de las manzanas es corto, así que debemos controlarlo para que no se acaben deshaciendo, porque entonces será complicado traspasarlas al molde del horno y no quedará tan bonito.
Precalentar el horno a 180-200ºC.
Cuando estén listas, retiramos las manzanas una a una y las reservamos en un bol. Vertimos el caramelo, que tenemos en la sartén, en el fondo del molde del horno, previamente untado con mantequilla. Yo os recomiendo que uséis uno con fondo desmoldable, de este modo es más sencillo darle la vuelta.
Colocaremos las manzanas, se puede hacer de la manera que se quiera, pero en espiral queda una presentación muy mona cuando se desmolda. Colocamos la masa de hojaldre encima, dependiendo del molde habrá sobrante de masa, mejor cortarla para que no quede muy gruesa en algunos puntos. Compactar un poquito la masa remeterla por los lados, si se puede, así al desmoldar quedará alrededor de las manzanas.
Muy importante pinchar la masa para que no quede el vapor dentro y deje húmeda la tarta.
Llevar al horno, bajar la temperatura a 180ºC, y dejar cocer por 20 minutos aproximadamente, o bien hasta que veáis que la masa está lista.
Desmoldar con mucho cuidado, despegar primero los lados de la tarta con la ayuda de un cuchillo y después voltearla en el plato de presentación, todo esto se hace mientras esta caliente y se come tibia.
Para finalizar se suele acompañar de crema de leche caliente. En este caso yo he hecho una mezcla con crema de leche y vainilla concentrada. Se le añaden unas gotitas de vainilla a la nata líquida y se calienta en el microondas, para que sea más rápido, pero se puede hacer al fuego con más tranquilidad. También se puede presentar con helado de vainilla que combina muy bien.
Bon Appétit!!
Necesito comerme un trozo de esa tarta!!!
ResponderEliminarTe ha quedado con una pinta... vamos creo que voy a tenerme que hacer una este fin de semana para quitarme el gusanillo ;-)