lunes, 28 de noviembre de 2011

Tronco de navidad




Os presento receta de navidad, me resistía a hacer ya cositas de navidad, pero como nos lanzan mensajes navideños por todos lados, hace días ya que las tiendas tienen la decoración navideña, las luces están colgadas en las calles de los pueblos, los anuncios en la tele, además en casi todos los blogs que visito ya han hecho varias recetas típicas de esas fechas. ¡Así que, yo no voy a ser menos!

De entre todas las opciones que hay me he decidido empezar por el tronco de navidad. ¿Porqué? Pues porque no la había hecho antes, porque me ha hecho gracia y porque es una receta sencilla. Entonces me puse a buscar si había alguna historia, ya sabía que era de tradición francesa (Bûche de Noël), y después de varias consultas en distintas páginas webs (www.directoalpaladar.com/ http://celebrandonavidad.blogspot.com / www.es.wikipedia.org) la encontré.


(Preparando un tronco para la fiesta de Yule de 1832, fuente www.wikipedia.org)

Los orígenes del tronco de navidad están relacionados con las “Fiestas de Yul”, son las fiestas del solsticio de invierno de los países nórdicos, de tradición pagana, dedicada a la familia, a la fertilidad, a los ancestros y amigos que ya no están. Como elemento del ritual de la celebración se utilizaba un tronco. En un principios estas celebraciones se desarrollaban al final de las 5 semanas sin luz que vivían en los pueblos escandinavos, ya que sufrían por si no iban a volver a tener luz, así que un explorador se dirigía a la cima de las montañas para buscar la luz del sol, y cuando llegaban los primeros rayos, se dirigía hacia el pueblo y festejaban la noticia encendiendo una hoguera. Con el tiempo se convirtió en una tradición familiar, donde las familias se reunían en Nochebuena, delante de la chimenea para cantar villancicos y escuchar las historias de los abuelos. Para que la hoguera ardiera durante toda la noche, se escogía un tronco grande, de madera muy dura, y se decoraba con hojas, cintas de colores, etc., lo encendían el más joven y el más viejo de la familia, y también se bendecía con agua bendita. Las cenizas se guardaban hasta el año siguiente, y se les asociaban propiedades protectores de los males y catástrofes. La antigüedad de dichas tradiciones viene más allá del siglo XII. Pero a finales del siglo XIX, cuando se sustituyen las chimeneas por las estufas eléctricas, se sustituyó por un pequeño tronco decorado en el centro de la mesa, a modo de adorno navideño.

Esta tradición derivó en postre de la mano del historiador y pastelero francés Pierre de Lacam, que desde su creación es obligado en millones de hogares franceses, y homenajeando así a la tradición nórdica.

Vaya, creo que me he extendido mucho en la historia, pero es que me pareció tan bonita, y curiosa la evolución del tronco de navidad, que no me he resistido a explicarla con todos los detalles que he recopilado.
Vamos al lío, que no se diga, es sencilla:

Ingredientes (mix de dos recetas de las webs www.directoalpaladar.com y www.mirecetario.es y algunas de mis aportaciones personales,jiji!!)



Bizcocho:
100gr. harina, 100gr. azúcar, 3 huevos, 1 cucharadita de levadura, el zumo de una mandarina. (necesitaremos 2 láminas de teflón, o silicona o papel de horno para trabajar con el bizcocho.)
Crema: 200ml. de leche, 2 cucharadas soperas de maicena, 2 huevos, 150gr. de azúcar, 70 gr. de mantequilla, un puñado de nueces troceadas.
Para el calado del bizcocho: 100gr. azúcar, 100ml. agua, chorrito de ron añejo.
Chocolate: 200gr. chocolate negro, 50gr. de mantequilla, 50ml. de nata líquida, chorrito de ron añejo.
Decoración: avellanas bañadas en chocolate, gel decoración “Betty Crocker” (rojo y verde), azúcar glass.

Preparación


Empezaremos con la crema, mezclar la maicena, con los huevos, el azúcar y la leche, llevar al fuego, removiendo hasta que espese. Retirar del fuego y mezclar con la mantequilla cortada a trozos para que se deshaga antes y mejor. Dejamos enfriar la crema.





Seguimos con el bizcocho, separar las claras de las yemas, montar las primeras a punto de nieve, y mezclar las segundas con el azúcar hasta que estén cremosas, añadir el zumo de mandarina y mezclar. Incorporar a las yemas la harina y la levadura tamizadas.

Precalentar el horno a 130-150ºC. Preparar la bandeja de horno con una hoja de papel de hornear, lámina de teflón, o lámina de silicona, para poder trabajar después mejor con el bizcocho.





Incorporar las claras a la mezcla anterior con cuidado hasta obtener una masa homogénea. Verterla en la bandeja antes preparada y hornear durante 10 minutos, sin dejar que se dore el bizcocho. Mientras está la masa en el horno, espolvoreamos la otra lámina con azúcar y reservamos. Un vez esté listo el bizcocho, lo volcamos sobre la lámina que teníamos reservada, y retiramos la que queda en la parte superior. Enrollamos, en caliente, sobre sí mismo y dejamos enfriar en esa posición.



Preparamos la mezcla para bañar el bizcocho, agua, azúcar y ron añejo, batir un poquito manualmente para que el azúcar de integre en los líquidos.


Una vez enfriado el bizcocho, desenrollarlo, y bañarlo con el “sirope frío” (no es un sirope pero es que si no repito mucho la palabra mezcla.), para que quede más esponjoso.



Extender la crema en ¾ partes del bizcocho, a mi me sobró bastante, no la utilicé toda. Repartir las nueces por la superficie de la crema. Con cuidado enrollar el bizcocho.


Para realizar la decoración, cortamos un trozo de punta del bizcocho y lo colocamos encima, en un lado, o en medio, eso queda libre a la imaginación de cada uno, del rollo.


Preparamos el chocolate, calentar al baño maría el chocolate troceado, cuando esté derretido por completo, añadir la nata, la mantequilla y el ron, seguir removiendo para que quede todo bien incorporado al chocolate.

Cubrir el rollo de bizcocho con el chocolate, a excepción de la cara superior del trocito que hemos colocado encima, para que se pueda ver el relleno. Para que parezca un tronco, pasaremos un tenedor por encima del chocolate cuando esté semifrío, para que queden marcados los surcos.



Para decorarlo yo he bañado unas avellanas peladas con mezcla sobrante del chocolate con el que hemos cubierto el pastel, y las he dejado enfriar. Las he colocado de 3 en 3 a modo de los frutos del acebo, típico de la navidad, por encima las he pintado con el gel de color rojo, y les he dibujado una hoja con el gel de color verde. Estos geles son mi última adquisición durante las vacaciones en Punta Cana, nos fuimos de compras a un super de allí, y me llevé un montón de cositas para la decoración de repostería!!


Finalmente para darle un toque invernal lo he espolvoreado con azúcar glass.


Y ya está, mmmm, muy rico, y original!!

5 comentarios:

  1. que riiico! esta navidad la festejo en mi departamento en Buenos Aires así que ya estoy pensando los postres jeje que e slo que mas me gusta preparar y comer :P este se ve terribleee
    gracias por mostrarnos con el paso a paso incluido

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  2. Laia ,eres una maestra con el chocolate ,este finde lo voy a intentar ,no se si lo conseguiré pero tiene una pinta que invita a darle un mordisco.

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  3. Que bonito Laia!!!!!!
    seguro que estaba delicioso!

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  4. Muchas gracias chicasss!!!me alegro que os guste!!si lo hacéis contadme vuestro resultado!!besos!!

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  5. Laia eso tiene una pinta bueniiiisima ;)
    Aqui me tienes siguiendote jeje
    Un besote

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